beniart.es

Un 20 de julio de 2015, tumbado en la cama y con un torbellino de pensamientos girando como una veleta en su mente, Benito tomó un lápiz de colores y el palo de un helado para crear algo que se convertiría en un puente entre su mundo interior y el universo. La música del Confessions Tour de Madonna resonaba como un eco en su ser, mientras las imágenes del documental Home proyectaban en su mente un ideal planetario de armonía. Fue en ese estado, entre lo personal y lo universal, donde nació "Goodplanet".

La pintura es un mapa emocional y simbólico: un ser antropomorfo que parece contener en su interior océanos, raíces y constelaciones, como si el universo entero habitara en su cuerpo. En el centro, un pez –una veleta inquieta– gira sin descanso, reflejando la energía y el flujo imparable de pensamientos en la mente de Benito. A su alrededor, líneas ondulantes, colores vibrantes y formas orgánicas evocan el ciclo de la vida, la naturaleza y el equilibrio que anhelamos como humanidad.

Conmovido por lo que había creado, Benito decidió enviar su obra a la fundación Goodplanet.org en París, un acto cargado de simbolismo: era un regalo al mundo, un pedazo de sí mismo que trascendía su situación personal. Pocos meses después, con determinación y esperanza, llegó a París. Al entrar en las oficinas de la fundación y ver su pintura expuesta, las emociones lo desbordaron. Sus lágrimas fueron testigos de un encuentro entre su pasado y su presente, entre lo que buscaba fuera y lo que ya llevaba dentro.

Hoy, después de tantos años, "Goodplanet" sigue siendo un testimonio vivo de aquel momento de transformación. Aunque el tiempo ha pasado, su simbolismo permanece intacto, recordándole a Benito que la vida es un flujo constante, como ese pez que no deja de girar. Cada día es una oportunidad para volver a empezar, para reconectar con su esencia y con el propósito que lo llevó a crear la obra. La pintura sigue siendo un faro, una guía que lo acompaña en su camino, recordándole que, aunque el viaje sea arduo, siempre hay belleza en el proceso de buscar y construir.